Aplicando las técnicas elementales de cosido y zurcido y con un poco de paciencia María lo ha reparado. En estos tiempos en que parece que nada pueda repararse es bueno comprobar que no se han perdido las habilidades y la paciencia necesarias.
Y aquí está el resultado. No es que haya quedado como si lo hubieran zurcido las monjas, pero para un pueblo, de noche, a oscuras y con los ojos cerrados puede valer...